Por Alberto Benza
Tiene 20 años y pertenece a Sporting Cristal. Juega como lateral derecho, en la misma posición que su ídolo, Jorge Soto. Su primer contacto con el fútbol fue a los 4 años, cuando se unió a la academia de Cristal. Participó con la selección nacional en el Sudamericano Sub-15. La ruta que lo lleva de Boterín (Callao) a La Florida (Rímac) es complicada para otros jóvenes, pero para Jhil es simplemente el camino del sacrificio y la humildad que lo caracterizan.
¿Cómo fue tu primer contacto con el club Sporting Cristal?
A los 4 años de edad, ya jugaba en la academia de Sporting Cristal. Tenía su sede en el Liceo Naval del Callao. Mis padres me motivaron para practicar esta disciplina, que se convirtió en mi pasión. Luego pasé por varios equipos.
¿Cómo regresaste al club?
El señor Prado (exjugador) me vio condiciones y no dudó en llevarme a probar a la sede de Cristal, en Santa Anita, donde entrenaba la categoría 2000 (escuela base), y quedé.
Y cuando te dijeron que te quedabas, ¿qué sentiste?
Sentí una alegría enorme al concretar mi sueño. Después, en casa, cuando les di la noticia a mis padres, se pusieron felices.
¿Qué sensación te quedó del primer día que pisaste el club?
Llegar al club fue espectacular por todo lo que significa como institución: la infraestructura y los profesionales que tiene son de primera.
¿Qué significa Cristal en tu vida?
Le tengo un cariño inmenso.
¿Con qué jugador te identificas?
Con Jorge Soto. Estar a su lado es una motivación, es como un segundo padre para mí. Es un ejemplo a seguir como persona y como profesional. Siempre me aconseja en los entrenamientos y cuando me toca jugar.
Sabemos que es importante el apoyo de tus padres y de la institución. ¿Qué más podrías mencionar que sea importante para desarrollarte como jugador?
El sacrificio es importante. En mi caso, tenía que ir todos los días desde el Callao hasta La Florida. Salía del colegio, tenía que pedir permiso. Almorzaba rápidamente y me iba a entrenar. Jamás me rendí.
¿Cómo fue tu debut?
Fue el 9 de noviembre del año pasado (2019), con el profesor Manuel Barreto. Recuerdo que estaba bastante ansioso por jugar. Antes del partido, el profesor me dijo que había posibilidad de que ingrese. Gracias a Dios, así fue. Si bien no pude desenvolverme como quería, creo que no me fue tan mal.
¿Qué te aconseja el profesor Mosquera?
Me dijo que sea paciente, que me va a llevar de a pocos y que me va a ayudar a madurar. Cada día que pasa sigo aprendiendo y quiero consolidarme como un buen profesional.
Cristal subió del puesto 17 a los primeros lugares. ¿La seguidilla de partidos ha producido un desgaste físico?
Sí, de todas maneras. No permite que entrenemos todos juntos. Los partidos son seguidos. Pero igual estamos mentalizados.
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Vamos a luchar hasta el final. Sigan alentando desde casa.
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