Por Alberto Benza
Sporting Cristal y Alianza Lima se preparaban para disputar la tanda de penales que definiría quién se quedaba con el tercer puesto en la Copa Ciudad de los Reyes. Sin embargo, de repente, una voz salió por los parlantes, anunciando que el encuentro terminaba ahí mismo. Fue una decisión que dejó una sensación de vergüenza entre los presentes, ya que se esperaba una resolución justa y deportiva del partido. Además, la final de la Copa Ciudad de los Reyes entre Bolívar y Atlético Nacional se cambió de horario y se jugó primero, mientras que por la tarde se disputó el partido entre Sporting Cristal y Alianza Lima.
La organización de la Copa Ciudad de los Reyes presenta varios puntos críticos que merecen atención:
Interrupción del partido por el tercer puesto: la decisión de terminar el encuentro entre Sporting Cristal y Alianza Lima sin completar la tanda de penales es un ejemplo de mala gestión. Este tipo de decisiones genera una percepción de falta de seriedad y respeto hacia los equipos y los aficionados. Los eventos deportivos deben garantizar una resolución justa y deportiva, y cualquier interrupción abrupta perjudica la integridad del torneo.
Comunicación inadecuada: el anuncio de la terminación del partido a través de los parlantes, sin una explicación adecuada, contribuye a la sensación de vergüenza y frustración entre los presentes. Una comunicación clara y oportuna es crucial para mantener la confianza de los participantes y espectadores.
Cambio de horario de la final: la reprogramación de la final entre Bolívar y Atlético Nacional sugiere problemas en la planificación del evento. Cambiar el horario de un partido tan importante puede causar inconvenientes para los equipos, los organizadores y los aficionados. Una planificación deficiente se refleja negativamente en la percepción general del torneo.
Impacto en la imagen del torneo: estas decisiones afectan la reputación de la Copa Ciudad de los Reyes. Es esencial mejorar la organización y la toma de decisiones para garantizar un desarrollo fluido y profesional del torneo.
Consecuencias para los equipos y aficionados: las decisiones arbitrarias afectan la moral de los equipos y la experiencia de los aficionados. Los jugadores merecen un ambiente competitivo justo, y los aficionados esperan una experiencia de entretenimiento de calidad. Cualquier fallo en la organización disminuye el interés y la participación en futuros eventos.
Para mejorar, la organización debe centrarse en la planificación detallada, la comunicación efectiva y la capacidad de resolver imprevistos de manera justa y transparente. Además, la inclusión de protocolos claros para situaciones imprevistas ayuda a evitar decisiones que dañen la integridad del torneo y la confianza de sus participantes.
elportalceleste.com
