Por Alberto Benza
Antes de cualquier comentario, agradecemos la gentileza de Jorge Soto por concedernos esta entrevista y por confiarnos su carta de despedida para la hinchada.
No somos los llamados a emitir un juicio, pero podemos decir que percibimos en Jorge Soto a un jugador que ama a su institución, el Sporting Cristal. Jorge dio todo por la celeste y, si hoy le pidieran que se vista de corto, con seguridad no lo pensaría dos veces. Son pocos los jugadores que han logrado números inalcanzables como sus 565 partidos, cinco títulos nacionales (1994, 1995, 1996, 2002 y 2005), 166 goles, y el subcampeonato en la Copa Libertadores de 1997.
Desde esta pequeña tribuna, solo nos queda darle las gracias por todo lo que hizo en Cristal, por sus goles que nos dieron títulos, y por los títulos que nos dieron alegrías.
Jorge Soto, ¿podrías contarnos realmente qué pasó a fin de año? Estuvimos en la conferencia de prensa y el presidente François Mujica dijo que ya no ibas a estar en el equipo. ¿Qué pensaste al respecto?
Son decisiones de ellos. Ellos manejan el club, y aunque no me gusten algunas cosas, son respetables. Ellos deciden a quién contratar y a quién no. Yo salí y ya está.
Antes de que terminara el año, se sabía de tu lesión y que tenías que operarte. ¿Llegaste a conversar con Oblitas?
Sí, tuve la famosa conversación. Hablé con Juan Carlos Oblitas un día antes del partido con el Boys. Él es como mi segundo padre. Me dio su punto de vista, y en ese momento quería que me retirara. No le echo la culpa a él ni a los directivos. Son decisiones de ellos y hay cosas con las que uno no puede estar de acuerdo. Yo decidí operarme para ver cómo quedaba del tendón y, a partir de ahí, le iba a comentar a Oblitas qué iba a hacer.
Y esos rumores que decían que no querías arreglar la parte económica…
A mí nadie me dijo nada. Te lo juro por mis hijos, que es lo que más quiero. Nadie me habló de plata. El último día que hablé con alguien del club fue con Juan Carlos Oblitas, el día del partido con el Boys. Desde entonces, no he hablado con ningún dirigente de Cristal. No me llamaron ni para ver cómo había quedado de la operación ni para saber cómo estaba. Hasta ahora, no he hablado con ningún dirigente.
Si François Mujica te pedía que bajaras tus pretensiones económicas, ¿hubieras aceptado?
Claro, Cristal es mi casa. Yo soy hincha del Sporting Cristal, eso lo sabe mi familia. Si no, pregúntenle a mi hermano.
¿Es cierto lo que dice Juan Carlos Oblitas, que faltó un poco más de diálogo?
Sí, Juan Carlos tiene razón. Faltó un poco más de diálogo. Hasta ahora, ningún dirigente me ha llamado por teléfono, y eso sí me tomó por sorpresa. Después de la conversación del 8 de enero, me llegó una carta de agradecimiento a mi casa por los años que estuve en Cristal y por los campeonatos, y abajo decía que podían hacerme un partido de despedida. Pero ellos quieren que me retire en este momento. No sé si me están obligando o diciendo que hasta aquí no más y que no me vaya a otro equipo.
¿Eres consciente de tu lesión? ¿Podrías seguir jugando?
Sí, soy consciente y hablo las cosas de frente. Como le dije a Juan Carlos: “Si quedo bien de mi tendón y no me duele nada, voy a jugar”.
¿Estás esperando eso, verdad?
Sí, estoy esperando que quede bien. Si Dios quiere, ojalá quede bien. Si no, muchas gracias y hasta aquí no más. No sé si me voy a despedir de Cristal. De Cristal ya no creo, por la forma en que me han tratado.
¿Podrías vestir otra camiseta que no sea la de Cristal?
No sé, me va a ser muy difícil por la hinchada de Cristal. Me trataron muy bien. Si agarro otra camiseta, será por algo personal. Estoy muy contrariado por todo lo que ha pasado.
Hubo una posibilidad de jugar en el Aurich de Chiclayo. ¿Qué pasó?
Tuve una conversación con el Presidente del Aurich y algunos directivos. Me trataron bastante bien. A raíz de eso, me llamó un equipo grande de la capital que quiere contar con mis servicios.
¿Estás esperando esa posibilidad?
Sí, estoy estudiando esa posibilidad. Pero también soy claro en esto: como le dije a los dirigentes del Aurich, quiero recuperarme bien de mi tendón. No quiero estar un mes así y no jugar más. Quiero recuperarme bien. En un par de meses debo recuperarme.
¿Qué hay de cierto en que pensabas invertir en el Muni y ser presidente?
El Muni, en primer lugar, es el segundo equipo de todos. Lo dije por el cariño que le tengo, pero yo soy hincha del Sporting Cristal.
¿Qué le puedes decir a la hinchada?
Gracias por los años maravillosos que he pasado. De repente, en algunos años, por mi genio que he tenido, no hemos estado en una buena onda, pero siempre quise dar lo mejor porque Cristal es como mi casa. He pasado quince años de mi vida y les agradezco. No confundan que por dinero no estuve en Cristal. Yo jugaría gratis. Cristal es mi casa, como te repito. Hay muchas formas para llegar a un acuerdo, no de la manera en que lo hicieron.
Tengo una carta para la hinchada y quiero que salga en esta entrevista, yo la hice y cuando la terminé de escribir me emocioné mucho.
Tenía diez años y estaba motivado por jugar al futbol. De pronto vi una camiseta que reflejaba los colores de mi país ¡fue mi primera ilusión! Una sensación indescriptible. Si en ese momento me hubieran preguntado que significaba para mí esa camiseta tendría que haber dicho todo.
Pero mi felicidad no era completa. Hasta que un día me toco enfrentar al equipo celeste, de pronto sentí un excelso palpitar, un tic tac que nos suele pasar cuando estamos en inminente peligro.
Ahí estaba la celeste color del cielo, color del agua, sensación de paz y armonía. Era Spoting Cristal Srs. el equipo sensación el copero el ganador y renació en mí la ilusión de ponerme esa camiseta que sin temor a equivocarme es la envidia de muchos oponentes.
Tuve muchas emociones Alegrías, iras y tristeza que solo las pueden tener aquellos que verdaderamente se entregan con alma vida y corazón.
Me hubiera encantado que mi final en la institución Rimense hubiera sido como en algún momento lo soñé, pero hoy mas que nunca soy un convencido que la única justicia esta arriba y no acá en la tierra.
Hoy me voy con la frente en alto desilusionado de algunas personas a las cuales le tuve afecto y consideración pero a su vez soy realista que esto tendría que acabar algún día no voy a cuestionar el fondo del tema sino la forma como se cierra mi relación con cristal pero reitero que todo está en las manos de Dios.
No me voy a despedir sin antes dar gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de vestir esta digna camiseta y haberla defendido durante catorce años. A esta institución que me brindó todo para triunfar, a los buenos Dirigentes a los grandes Maestros a los excelentes compañeros y los gratos amigos a todos ellos mil gracias.
Un recuerdo muy especial ha esa hinchada que me apoyo en los buenos y malos momentos, por los 14 años maravilloso que pase, los tendre en mi corazón.
GRACIAS SPORTING CRISTAL.
JORGE SOTO.
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